¿Novela o cómic? O quizá habría que preguntar ¿clasismo literario?
- Maite Lecue Santovenia
- 2 sept 2022
- 3 Min. de lectura

Llevo bastantes meses intentando darle un empujón a mi faceta de lectora que se ha visto relegada a un segundo plano debido a todo lo que leo trabajando, esto es algo que no solo me molesta, sino que me preocupa porque llevo varios meses intentado meterme dentro de una novela, bucear entre las páginas hasta quedarme sin respiración, engancharme a la vida de unos personajes hasta que provoquen que no quiera terminar la novela para que no desaparezcan, pero está siendo un poco complicado. Lo he intentado con novelas de todo tipo, actuales, más antiguas, diarios, policiacas, románticas… no sé, quizá se me ha escapado alguno, pero lo que sí es cierto es que nada termina de atraerme ni atraparme.
Esto no es la primera vez que me pasa, recuerdo perfectamente mi silenciosa desesperación con unos 14 años en la biblioteca de mi pueblo buscando qué leer y no encontrando las respuestas adecuadas. En ese momento, tuvieron que pasar unos cuantos meses hasta que me volví a enganchar a una novela que me encantaría nombrar para poder recomendarla, pero no me recuerdo cuál era.
Teniendo en cuenta esta experiencia previa, mi cabeza pensó que esto era lo que me iba a pasar ahora, por lo que yo estaba mucho más que predispuesta a ser paciente, a esperar y a intentarlo con muchos libros, pero ya hace un tiempo que se me está empezando a hacer pesado esto de no encontrar las ganas de leer por ningún rincón de mi casa medio vacía, así que la semana pasada me puse a pensar en qué había disfrutado leyendo el último año y saqué mi lista de libros leídos en 2022 (sí, tengo una lista, dejemos eso ahí) y me di cuenta de que lo que más había disfrutado últimamente eran todo cómics. ¡Guau! ¡Sorpresón! Nótese la ironía.
Sorpresa ninguna, voy tarde con este tema, pero qué le vamos a hacer, yo lo he reflexionado estos días.
Resulta que pensando que solo había disfrutado de los cómics tuve la sensación de que había empeorado como lectora, lo que puede significar empeorar en mi trabajo (tampoco nos vamos a meter en el síndrome del impostor ni nada), lo que puede significar que estoy leyendo algo que es para gente que no le gusta leer y que, por lo tanto, puede significar que a mí ya no me guste leer, y entended que ese sentimiento se convirtió en el horror absoluto, en una pesadilla vista desde el salón de mi casa a las cuatro de la tarde de un verano en Madrid. Así que me levanté del sofá y me di una ducha, mi tratamiento ideal para momento de estrés, y fue después de cuando empecé a pensar que era una clasista de muchísimo cuidado, que no sé exactamente qué me creía, pero que haber disfrutado tantísimo de Saga, por ejemplo, era una de las mejores cosas literarias que me habían sucedido en el último año y que desdeñarlo y decir que eso no sirve ni tan siquiera para subir una reseña es la cosa menos lógica y menos inteligente que he pensado en mucho tiempo.
Sé que es un tema cero actual, pero todo esto es para exponer públicamente (aunque haga falta tener público para esto) que a partir de ahora se verán muchos más cómics por esta página, lo que no significa que no va a volver a haber novelas, ensayos o cualquier cosa, pero que vamos entre todas a darle una oportunidad a cómics nuevos y no tan nuevos, y que vamos a intentar visitar las comictecas, esos espacios de las bibliotecas a los que mi yo de 14 años que se creía mejor que los demás por tener una crisis literaria no habría entrado nunca.
Comments